¿Qué es la planificación empresarial?
La planificación empresarial se define como el proceso de fijación de políticas, procesos y requisitos presupuestarios de la empresa con el fin de cumplir los objetivos y metas fijados en el plan estratégico más amplio de la empresa. Tiene en cuenta todos los factores internos y externos que afectan o pueden afectar potencialmente a la empresa.
La planificación empresarial suele hacerse para un ejercicio financiero con revisiones anuales para adaptarse a las necesidades del siguiente calendario empresarial. Se trata de un proceso a nivel directivo mediante el cual se reúne la cúpula de la empresa, a menudo encabezada por el Consejero Delegado (CEO), para trazar el plan de ejecución de la visión estratégica de la empresa. Esto incluye:
– Presupuestación de recursos humanos, tecnologías e infraestructuras.
– Gestión del balance, incluida la deuda, los márgenes de beneficio y la fijación de precios de los productos.
– Establecer las políticas y los marcos teniendo en cuenta las leyes y los factores jurídicos.
– Establecer los procesos que permitan la colaboración en equipo para ejecutar el plan de empresa.
– Garantizar que los equipos dispongan de las herramientas adecuadas para hacer su trabajo.
Ventajas de la planificación empresarial
Aunque la planificación empresarial es una herramienta fundamental para las grandes empresas, el proceso permite a cualquier empresa o incluso organización sin ánimo de lucro aprovechar sus ventajas de aplicación. Estas son algunas de las principales ventajas que hacen que la planificación empresarial sea tan importante para cualquier organización:
- Aumenta la confianza de la dirección en la consecución de los objetivos estratégicos
Un plan de empresa bien concebido genera una mayor confianza en la capacidad de la dirección para ejecutar el plan estratégico de la empresa, lo que se traduce en la capacidad para alcanzar sus objetivos fundamentales. Sin un plan minuciosamente trazado, la visión estratégica de la empresa se queda en meras palabras. Es el plan de la empresa que traza los objetivos estratégicos hasta la ejecución que conducirá a la consecución del objetivo.
- Mejora las relaciones entre empleados y directivos
Los empleados se sienten estimulados por la transparencia, la inclusión y la capacidad de comprender la visión más amplia de lo que la empresa está tratando de lograr. Un plan de empresa toma su visión y la expone como objetivos y metas de colaboración entre los equipos más amplios. De este modo, los empleados tienen claro lo que están haciendo y el resultado esperado de sus esfuerzos. Este plan también es igualitario, ya que todos los empleados, incluidos los directivos, están sujetos a los mismos objetivos, plan y normas.
- Construye una base sólida para las hojas de ruta
Las hojas de ruta, ya sea para la experiencia del cliente, el desarrollo de productos, el marketing o cualquier departamento o equipo, dependen en gran medida de las estructuras y los marcos subyacentes de la empresa. Por ejemplo, si un plan de empresa establece con precisión la cadena de mando para el desarrollo de productos y cómo los gestores de productos pueden ser ejecutivos (¿ejecutivos?) mientras trabajan con otros equipos para el diseño, el contenido, la UI/UX, etc., entonces los gestores de productos pueden establecer con precisión y confianza una hoja de ruta del producto. Sin la base de apoyo que suponen las políticas y protocolos del plan de empresa, los equipos pueden encontrarse a menudo con conflictos entre ellos, tener problemas con las tecnologías cuya compra debe aprobarse, realizar contrataciones sin pasar por las aprobaciones adecuadas, etc.
- Establece procesos empresariales estructurados
Un proceso empresarial estructurado es aquel que tiene en cuenta los diversos problemas y retos que pueden surgir cuando los empleados y los equipos trabajan entre sí, planifican la incorporación de miembros al equipo, adquieren tecnologías, priorizan las tareas adecuadas, etc. En otras palabras, un plan de empresa debe establecer procesos que faciliten la comunicación y la entrega a los empleados, con un mínimo de obstáculos a los que enfrentarse sobre la marcha.
Por ejemplo, si en el plan de empresa se establece cómo debe priorizar y procesar el equipo de diseño las solicitudes procedentes de varios equipos, será mucho más fácil tomar decisiones sin conflictos y obtener resultados más rápidamente para todos los equipos implicados.
- Permite una delegación de autoridad calibrada
Un plan de empresa ayuda a definir las funciones y su alcance con la mayor claridad posible para garantizar que los conflictos y solapamientos de funciones sean mínimos, al tiempo que se deja un amplio margen para colaborar y trabajar juntos. La delegación de autoridad debe ser tal que refleje la jerarquía general del plan de empresa, definiendo al mismo tiempo procesos sobre cómo realizar cambios y adiciones.
La delegación de autoridad puede establecerse con bastante precisión a un nivel superior, pero a medida que descendemos en la escala, esta delegación es mucho más dinámica en un ejercicio determinado. Un empleado que haya rendido mejor en los meses anteriores puede obtener mayores responsabilidades y autoridad sin esperar al ciclo anual de ascensos. En los procesos derivados del plan de empresa debe establecerse el modo en que estas delegaciones se integrarán en el organigrama general, los controles de acceso, la claridad de las funciones actualizadas del equipo y cómo afectan a su trabajo, etc.
- Minimiza las operaciones aisladas
A medida que los equipos se hacen más grandes, uno de los mayores problemas para el trabajo en equipo es las operaciones en silosEn otras palabras, falta de comunicación y de colaboración adecuada. Puede haber tareas asignadas que estén obsoletas y no reflejen actualizaciones recientes, incluso puede haber tareas en los empleados que ya no sea necesario realizar o que simplemente no sean prioritarias. Estos problemas surgen cuando los empleados trabajan en sus propios pequeños silos, desconectados de las actualizaciones y la información pertinentes.
Un plan de empresa que vaya descendiendo, con las tareas del equipo vinculadas a su vez a los objetivos más amplios del equipo, garantiza que los empleados no se sientan aislados, especialmente en entornos de trabajo remotos.
Más información: ¿Qué es la planificación táctica?
Proceso de planificación empresarial: 5 pasos clave
He aquí los 5 pasos clave para crear un plan de empresa:
1. Crear un plan estratégico para la empresa
Un plan de empresa es un plan de trabajo que se deriva del plan estratégico más amplio de la empresa. Un plan estratégico, a diferencia del plan de empresa, es el conjunto de metas y objetivos de la empresa. La planificación empresarial es el siguiente paso que parece enmarcar las políticas, procesos y protocolos para alcanzar el plan estratégico.
For ejemplo, si uno de los objetivos estratégicos es aumentar los beneficios en un 10% anual durante los próximos 3 años, entonces el plan anual de la empresa debe derivar exactamente cuántas más ventas y upselling habría que hacer, cómo funcionará la generación de demanda de marketing para suministrar un amplio número de clientes potenciales listos para la venta, etc.
2. Invertir en estudios de mercado sobre factores externos
Para las empresas medianas y grandes, la inversión en estudios de mercado para alimentar el plan de empresa puede ser una decisión valiosa y fiable. La investigación de mercado puede ser primaria o secundaria, en función del presupuesto. Un informe de este tipo garantizará que, a la hora de juzgar los factores externos y su impacto, las decisiones de gestión del plan de empresa se basen sólidamente en datos y no en simples noticias y especulaciones diarias.
El método PESTEL es una gran pauta para investigar los factores externos que se abrevian en el propio término: políticos, económicos, sociales, tecnológicos, medioambientales y jurídicos.
3. Analizar los factores internos
Dependiendo del tamaño de la empresa, la dirección puede utilizar varias herramientas para evaluar los factores internos, como los OKR (para la evaluación y gestión del rendimiento del equipo), el análisis DAFO para identificar puntos fuertes, puntos débiles, oportunidades y amenazas internas (como la debilidad de los protocolos de ciberseguridad), la matriz BCG para la priorización de productos/verticales, el análisis coste-beneficio para nuevas compras e inversiones, etc. Se trata de un enfoque metódico para comprender los retos, evaluar los problemas internos y proponer el tipo de soluciones adecuadas.
Los resultados de estos modelos deben proporcionar amplia información sobre el estado interno de la empresa y permitir al equipo directivo tomar decisiones basadas en datos.
4. Formular el plan de empresa definitivo
Una vez tenidos en cuenta todos los factores internos y externos, hay que formular el plan de empresa para que incluya procesos, directrices, protocolos, tecnologías y gobernanza sólidos. Este documento final será el marco basado en cómo se desarrollará, gestionará, venderá y servirá un producto o servicio para cumplir los objetivos financieros. Además, el plan de empresa debe incluir directrices de política de RRHH que me ayuden a alcanzar los objetivos de retención y satisfacción de los empleados.
5. Reevaluar en función de los comentarios
En un plan de empresa, hay objetivos de mayor envergadura y, a continuación, objetivos individuales de equipo y métricas que contribuyen a alcanzar los objetivos de mayor envergadura. Los equipos tienen que saber cuál es el objetivo general y cuáles son los objetivos de su equipo, no necesariamente los objetivos y métricas de toda la empresa. Estos objetivos de equipo deben discutirse con los jefes de equipo y los empleados a los que conciernen, antes de sellarlos. Esto debe hacerse en un plazo determinado, de modo que haya margen suficiente para reevaluar y hacer ajustes si así se decide.
Más información: ¿Qué es la planificación estratégica?