Ejecutar un plan estratégico requiere una cuidadosa reflexión, planificación y establecimiento de prioridades. Al esbozar cómo alcanzar los objetivos estratégicos generales, la planificación táctica es un proceso que las organizaciones utilizan para ayudar a aumentar la eficacia y alcanzar sus objetivos con éxito. En este artículo explicaremos qué es la planificación táctica, por qué es importante y cuáles son sus elementos necesarios.
¿Qué es la planificación táctica?
La planificación táctica se define como el proceso de tomar un plan estratégico global y crear calendarios procesables a corto y medio plazo para alcanzar sus objetivos. La planificación táctica suele ayudar a definir objetivos a múltiples niveles y puede ayudar a desglosar los objetivos estratégicos a largo plazo en puntos de referencia que puedan alcanzarse en proyectos más pequeños y centrados. La alineación es importante para crear objetivos eficaces, y la planificación táctica es un paso clave para lograr la alineación a través de una visión estratégica.
Como ya se ha mencionado, la planificación táctica suele utilizarse cuando una organización necesita formular un plan de acción para cumplir objetivos estratégicos más amplios. Puede tratarse de una llamada a la acción inmediata o de una que abarque un par de meses; sólo depende de los objetivos deseados. Por ello, la planificación táctica es una estrategia flexible que las organizaciones utilizan cuando necesitan dividir una visión más amplia en pasos tangibles.
La planificación táctica suele implicar un par de pasos clave, como la creación de objetivos, la división de responsabilidades, la canalización de recursos, la creación de un calendario y la asignación de tareas específicas. La creación de objetivos es una parte fundamental del proceso de planificación táctica, y tradicionalmente los equipos intentan crear objetivos SMART para contribuir a su éxito. El establecimiento de objetivos SMART permite a las organizaciones aumentar la eficacia y la productividad de los equipos mediante la creación de objetivos claros y alcanzables para proyectos de cualquier tamaño. Objetivos SMART son sinónimo de:
- Específicos: Los objetivos deben ser muy específicos para ayudar a las personas a centrar sus esfuerzos en completar sus tareas.
- Mensurables: Los objetivos mensurables permiten a las personas seguir su progreso y definir el camino hacia el éxito.
- Alcanzables: Los objetivos deben ser alcanzables de forma realista para que los equipos sigan avanzando y mantengan la confianza en sí mismos.
- Pertinente: Asegúrese de que el objetivo es importante para el equipo y refleja las prioridades de la estrategia general.
- Puntual: Los plazos ayudan a los equipos a mantener el rumbo y crear ciclos de proyecto predecibles.
La planificación táctica no se utiliza estrictamente como impulso para la planificación estratégica, sino que también puede aplicarse en otros muchos escenarios. He aquí algunas de las formas en que puede utilizarse la planificación táctica dentro de una organización:
- Cuando se requiere una acción inmediata.
- Cuando una organización desea implantar un cambio a gran escala en toda la empresa.
- Traducir los objetivos a largo plazo en planes de acción realistas.
- Como resultados de la aplicación de la planificación estratégica.
Más información: ¿Qué es la planificación empresarial?
Proceso de planificación táctica: 6 pasos clave
La planificación táctica es un proceso que puede modificarse en función de los planes estratégicos que persiga una organización, pero suele seguir una serie de pasos similares cuando se aplica correctamente. He aquí los principales elementos de la planificación táctica que su equipo no puede pasar por alto.
1. Objetivos
Una de las partes más importantes de la planificación táctica consiste en establecer con precisión la correspondencia entre los objetivos estratégicos a largo plazo y los objetivos a corto plazo. Para la mayoría de las organizaciones, esto supondrá crear un sistema de Objetivos SMART para orientar los objetivos y proporcionar un sistema de tareas procesables para alcanzar las metas a corto plazo y avanzar hacia los objetivos a largo plazo. Dado que la planificación táctica se centra en vincular los objetivos estratégicos con acciones inmediatas alcanzables, la mayoría de estos objetivos se estructurarán para optimizar el rendimiento inmediato y crear sistemas de acción para los proyectos en curso.
El proceso de creación de objetivos debe comenzar con los objetivos estratégicos generales y debe ir descendiendo hasta la creación de proyectos que aborden estos objetivos y, al mismo tiempo, satisfagan las necesidades de los clientes. Los objetivos deben ser mensurables para garantizar su seguimiento a lo largo del proceso. El seguimiento de los objetivos es clave para optimizarlos y saber si están cumpliendo los objetivos. Tal y como se definen en los objetivos SMART, los objetivos necesitan un par de elementos para ser precisos y procesables. Deben ser pertinentes para los objetivos generales del equipo, alcanzables para mantener el progreso y oportunos para crear ciclos de proyecto predecibles y precisos. Todos estos elementos ayudan a crear objetivos informados y acertados para que su equipo los siga.
2. Tácticas
Las tácticas son las estrategias y microestrategias concretas que utiliza su equipo para alcanzar sus objetivos. Esto implica la investigación, el desarrollo, la aplicación y la garantía de calidad de cualquier solución creada como parte de un objetivo mayor. La aplicación de tácticas para su equipo es un proceso de creación de una estrategia a pequeña escala para alcanzar sus objetivos mediante la ejecución de tareas. Las tácticas explicarán la estrategia y la orientación de las tareas específicas por venir y permitirán a los equipos alcanzar sus objetivos de la manera más eficaz posible.
Algo que es importante destacar a la hora de crear tácticas para tus objetivos son los KPI que tu equipo está controlando. El seguimiento de los KPI (indicadores clave de rendimiento) adecuados es fundamental para garantizar que las metas se sitúen con precisión para alcanzar los objetivos estratégicos de alto nivel, y estos KPI deben traducirse también en las tácticas de cada equipo. Asegúrese de que los KPI de sus objetivos estratégicos se reflejan en su estrategia táctica.
3. Acciones
Una vez que disponga de una estrategia táctica sólida para alcanzar sus objetivos, podrá centrarse en las tareas necesarias para conseguirlos. Las tareas se enmarcan en un sistema de objetivos y describen las acciones cotidianas que se llevan a cabo para alcanzar conjuntos de objetivos más amplios. Suelen estructurarse en torno a los plazos de los objetivos para ayudar a los equipos a terminar los proyectos a tiempo y en una secuencia regular.
Para el funcionamiento diario de un equipo, las tareas serán el punto de contacto periódico más importante para progresar y avanzar. Son cruciales para crear una estructura regular para los equipos. Se hace hincapié en ellos porque son un punto de contacto fundamental para vincular los objetivos estratégicos más amplios con las acciones individuales, y esta conexión es esencial para garantizar que todo funcione en un sistema alineado.
4. Recursos
A la hora de crear un plan táctico, la asignación de recursos es importante para realizar las tareas individuales del plan, desarrollar los cambios correctamente y avanzar con eficacia. Los recursos no sólo se refieren al dinero; pueden incluir materiales, tiempo, finanzas, ancho de banda del equipo, detalles del producto, equipamiento y mucho más. Cada proyecto requerirá una asignación específica de recursos, y corresponde al equipo de gestión de proyectos determinar cómo distribuir los recursos entre los proyectos para garantizar la máxima eficacia.
5. Cronología
La planificación táctica requiere un calendario claro para garantizar que todos tengan expectativas claras y alineadas. Cumplir los plazos, delimitar los proyectos y establecer un calendario para la finalización de todas las tareas proporcionará a los equipos una cadencia sólida y unas prioridades claras de cara al futuro. Esto ayuda a eliminar la falta de comunicación y puede mejorar la eficacia y el producto del trabajo para todos. Los calendarios también permiten a los responsables aclarar las prioridades y comunicar las necesidades a todo el equipo. Esto las convierte en un elemento esencial de la planificación táctica y en un lugar crucial para crear la alineación del equipo.
6. Planificar con antelación
Una cosa importante que hay que recordar con la planificación táctica es que no todo tiene que reducirse a las tareas inmediatas. Los equipos de éxito siempre crearán planes con visión de futuro, y esto requiere cierta flexibilidad para funcionar correctamente. Al crear planes flexibles, los equipos pueden estar más tranquilos y preparados por si algo sale mal. Si no planificas los posibles obstáculos, puede cundir el pánico cuando surjan inevitablemente. Asegúrese de que su equipo es flexible y está abierto a los cambios para poder afrontar cualquier reto inesperado.
Más información: 7 ventajas clave del pensamiento visual
Ejemplos de planificación táctica
A la hora de crear escenarios de planificación táctica, existen varias plantillas que puede utilizar. Un ejemplo muy popular entre los equipos es el Plantilla DAFO. Se trata de una popular plantilla de lluvia de ideas que también puede utilizarse para organizar eficazmente un ejemplo de planificación táctica. Utilizando un Plantilla DAFO puede ayudar a descubrir los puntos en los que una organización necesita centrarse y puede servir de inspiración para una nueva estrategia de planificación táctica. Para explicar mejor cómo puede aplicarse la planificación táctica, esbozamos un par de ejemplos sencillos de planificación táctica para ilustrar cómo podría ser una visión general básica.
Aumentar las ventas a empresas: Una organización decide que quiere centrarse en las ventas a empresas en lugar de en las ventas B2C. Esto requiere una estrategia diferente para aplicarlo eficazmente. Los pasos de la planificación táctica podrían ser los siguientes:
- Asista a eventos empresariales para establecer contactos y conocer mejor el mercado.
- Construir el contexto empresarial mediante la formación y la familiarización con los productos.
- Aumentar la prioridad de los acuerdos empresariales mediante incentivos y oportunidades para los clientes.
- Duplique los pipelines individuales con contactos empresariales en dos semanas.
Reforzar el posicionamiento de la marca: Su empresa tiene una oferta de productos sólida, pero quiere reforzar el posicionamiento de su marca para aumentar la visibilidad y la credibilidad. Esto requiere un reposicionamiento estratégico dentro del ecosistema para evocar los sentimientos adecuados en sus usuarios. He aquí cómo podría ser tu planificación táctica:
- Crear alianzas de marca con 10 socios de gran potencial.
- Refrescar la imagen de marca mediante campañas de marketing de gran credibilidad. Actualizar los valores de la marca para diferenciarse dentro del mercado.
- Implementar la estructura SEO para aumentar la presencia general en la web y la memorabilidad.
- Cambiar el envase del producto para reflejar los nuevos valores.
Contratar un nuevo equipo de desarrollo: En un esfuerzo por aumentar la profundidad de las funciones y la adherencia del producto, te centras en contratar un nuevo equipo de desarrollo para complementar el crecimiento del producto. He aquí lo que podría implicar un plan táctico para el proceso de contratación:
- Añada anuncios de empleo para cada puesto en todos los canales pertinentes.
- Distribuir perfiles de contratación a todos los reclutadores para una selección precisa.
- Añada expertos técnicos al proceso de entrevistas para mejorar la retroalimentación.
- Explore vías de contratación alternativas, como las universidades o las contrataciones laterales.
- Poner en marcha campañas de captación de personas con talento que cumplan el perfil de contratación.
9 Proceso de planificación táctica
Comprender los objetivos estratégicos: El proceso de planificación táctica comienza por comprender los objetivos estratégicos generales de la organización o el departamento. Estos objetivos proporcionan el contexto para los planes tácticos.
1. Identificar las iniciativas clave: A partir de los objetivos estratégicos, identifique las iniciativas o proyectos clave que deben emprenderse. Estas iniciativas deben apoyar directamente la consecución de los objetivos estratégicos.
2. Establezca objetivos específicos: Para cada iniciativa, fije objetivos específicos y mensurables. Estos objetivos deben ser claros, cuantificables y sujetos a plazos. Actúan como puntos de referencia para el éxito.
3. Asignación de recursos: Determinar los recursos necesarios, incluidos el presupuesto, el personal y la tecnología, necesarios para aplicar las iniciativas con éxito.
4. Crear planes de acción: Desarrollar planes de acción detallados que describan las tareas, responsabilidades, plazos e hitos de cada iniciativa. Estos planes de acción ayudan a orientar las operaciones cotidianas.
5. Evaluación de riesgos: Evaluar los posibles riesgos y retos que podrían obstaculizar la ejecución de los planes tácticos. Cree planes o estrategias alternativos para hacer frente a estos riesgos potenciales.
6. Supervisar y medir los progresos: Supervisar y medir continuamente el progreso de los planes tácticos. Los indicadores clave de rendimiento (KPI) pueden utilizarse para hacer un seguimiento del éxito y realizar los ajustes necesarios.
7. Comunicación y alineación: Garantizar que todas las partes interesadas de la organización conozcan los planes tácticos y cómo contribuyen a los objetivos estratégicos generales. La alineación y el compromiso de los miembros del equipo son fundamentales para el éxito de la aplicación.
8. Revisión y adaptación periódicas: Los planes tácticos deben revisarse y adaptarse periódicamente a medida que evolucione el entorno empresarial o se disponga de nueva información. La flexibilidad es esencial para responder a las circunstancias cambiantes.
9. Ejecución: Por último, ejecute los planes de acuerdo con los plazos y directrices establecidos. Esto implica coordinar los recursos, supervisar los progresos y hacer los ajustes necesarios para mantener el rumbo.
La planificación táctica ayuda a las organizaciones a salvar la distancia entre su visión estratégica a largo plazo y las operaciones cotidianas necesarias para alcanzar sus objetivos. Garantiza la adopción de medidas concretas para hacer avanzar a la organización, al tiempo que permite la adaptabilidad y la capacidad de respuesta en un entorno empresarial dinámico.
Ventajas de la planificación táctica
La planificación táctica puede marcar la diferencia para los equipos que intentan poner en práctica sus objetivos a menor escala. Si su equipo está pensando en poner en marcha un plan de acción, pero no está seguro de si será beneficioso, a continuación hemos enumerado algunas de las mayores ventajas de la planificación táctica.
- Apoyar objetivos más amplios: La planificación táctica es el proceso de traducir grandes objetivos en estrategias específicas y viables, por lo que, al participar en ella, podrá apoyar objetivos más amplios en toda la organización.
- Mejora el rendimiento: Cuando las personas se centran en cómo apoyar objetivos más amplios, su rendimiento se orientará hacia la consecución de esos puntos de referencia. Esto puede ayudar a centrar la atención y aumentar el rendimiento de todos.
- Crea alineación: Tener un conjunto inteligente de objetivos y una estrategia para alcanzarlos es inspirador para los equipos, y participar en una planificación táctica sólida puede crear alineación para todos.
- Compromete a los empleados: Trabajar en pos de los mismos objetivos puede ser una experiencia muy enriquecedora para las personas, ya que aumenta la motivación y el compromiso en el lugar de trabajo. Además, la gente se sentirá más dueña de su trabajo porque afecta a toda la organización.
- Crear acciones tangibles: Los objetivos generales pueden parecer desalentadores y vagos para los equipos, pero la planificación táctica puede hacer que estas estrategias sean viables. Contar con un plan sucinto puede ayudar a proporcionar a los equipos un camino claro para ponerse en marcha y tomar medidas para alcanzar sus objetivos.
- Aclara las prioridades: Una gran pregunta que se hace la gente sobre la planificación estratégica es: «¿por dónde empiezo?». La planificación táctica ayuda a clarificar las prioridades específicas a las que deben orientarse los equipos y elimina la falta de comunicación en torno a las prioridades generales.
- Añade flexibilidad: La planificación táctica es flexible y puede modificarse si los equipos observan que sus KPI no se ven afectados. Como no está cambiando todos los objetivos de la organización, puede alterar su plan táctico tanto como sea necesario para ultimar la solución adecuada.
- Cumple los plazos: La planificación táctica gira en torno a plazos y titulares claros, lo que ayuda a los equipos a organizarse para completar los proyectos a tiempo. Esto proporciona estructura a la empresa y crea resultados predecibles.
- Seguimiento de los KPI: Si se aplica correctamente, la planificación táctica debe seguir unos KPI claros para controlar el éxito de los proyectos y su repercusión en los objetivos generales. Esto puede suponer una gran ventaja para los equipos que necesitan estadísticas mensurables con las que comparar sus progresos.
- Elimina el despilfarro: Al introducir una fórmula clara para completar los proyectos y abordar las prioridades, la planificación táctica puede ayudar a eliminar las prácticas de despilfarro en el flujo de trabajo de un equipo. Esto puede ir más allá de la mejora de la eficiencia y puede crear nuevos modelos de trabajo para el futuro.
Planificación estratégica frente a planificación táctica
La planificación táctica y la planificación estratégica se confunden muy a menudo, pero operan en ámbitos completamente diferentes. A continuación ofrecemos una explicación sencilla y clara de las diferencias entre ambas.
La planificación estratégica pone de relieve los objetivos de alto nivel de una organización y lo que quiere conseguir a gran escala. Esto englobará tanto sus objetivos como su visión general para crear una imagen de lo que quieren conseguir en el futuro. A la hora de desarrollar planes estratégicos, la alta dirección colabora en los informes y objetivos para facilitar la alineación y la precisión de su visión. La planificación estratégica se realiza tradicionalmente por encima de la planificación táctica e influirá en cómo se desarrolle ésta.
La planificación táctica es una estrategia más inmediata que influye en la forma en que los equipos alcanzan su plan estratégico. Destaca las estrategias a pequeña escala y las acciones individuales que los equipos llevan a cabo para hacer realidad sus objetivos estratégicos. En general, la planificación táctica hace hincapié en las acciones a corto plazo para dar seguimiento a los planes estratégicos generales.
A través de este análisis, podemos ver que la planificación táctica y la estratégica están relacionadas pero operan a través de ámbitos totalmente diferentes. Esperemos que esto ayude a aclarar la diferencia y permita a su equipo facilitar eficazmente ambas cosas.
Más información: ¿Qué es la planificación estratégica?
Conclusión
Establecer objetivos SMART y formular un plan de acción es clave para una planificación táctica eficaz y puede marcar la diferencia para que los equipos alcancen sus objetivos. Si esta guía te ha ayudado, prueba a echar un vistazo a IdeaScale Whiteboard para ver cómo la colaboración puede ayudar a formular y ejecutar la planificación táctica.